Historia de Montserrat Ferrer

"Más líderes jóvenes desde los Modelos de Naciones Unidas".

Inspirada por la historia de su familia libanesa y por su propia percepción de las necesidades sociales en su entorno, Montserrat Ferrer ha emergido como una líder juvenil en la educación y el cambio social. Su abuelo, un perseverante inmigrante libanés que estableció una tienda de abarrotes en Tabasco en los años 30, y su abuela, una emprendedora tenaz que superó las adversidades para abrir y mantener un restaurante popular incluso tras una devastadora inundación, impulsaron en Montserrat un profundo sentido de resiliencia y compromiso con la comunidad. Esta conexión personal con la lucha y la supervivencia la motivó a buscar soluciones que pudieran mejorar la vida de los demás en su comunidad.

Al participar en su primer Modelo de Naciones Unidas (MUN), Montserrat encontró un vehículo para canalizar su pasión por el cambio social. A pesar de los nervios iniciales y los desafíos de hablar en público, su compromiso se profundizó significativamente al interactuar con las propuestas en el comité de UNICEF.

Montserrat no tardó en atraer a otros a su causa. A través de sus esfuerzos, consiguió el apoyo de organizaciones educativas y sociales que vieron en ella una oportunidad para influir positivamente en las nuevas generaciones. Los maestros y administradores de su escuela también la apoyaron, ofreciéndole plataformas para liderar y compartir su visión, lo que reforzó su capacidad para inspirar y movilizar a otros jóvenes.

A través de su liderazgo en iniciativas y eventos, Montserrat ha logrado sensibilizar a una amplia audiencia juvenil sobre la importancia de la educación cívica y el activismo social. Desde dar una charla en la iniciativa TEDx sobre superar el miedo y salir de la zona de confort, hasta liderar debates y talleres que equipan a los jóvenes con herramientas para el cambio, su impacto sigue creciendo, ahora desde su papel como Secretaria de Comités Académicos en Inglés en el MUN del Colegio Champal.

El camino no ha estado exento de desafíos. Montserrat se ha enfrentado a la falta de comprensión y a veces al escepticismo de algunas personas adultas, que a menudo subestimaron el poder y la seriedad de las iniciativas juveniles. Sin embargo, ha superado estos obstáculos con determinación y utilizando cada oportunidad para demostrar cómo los jóvenes, bien dirigidos y motivados, pueden contribuir soluciones reales y efectivas.

Para Montserrat, ser un agente de cambio implica integrar las lecciones de liderazgo y perseverancia que aprendió de su familia con un enfoque empático y colaborativo en todas sus iniciativas. Ella cree firmemente que liderar con el ejemplo y fomentar un espacio donde todos se sientan escuchados y valorados es esencial para inspirar a otros a unirse al movimiento de cambio.

Montserrat aspira a expandir su impacto, inspirando a más jóvenes no solo a creer en su capacidad para liderar, sino también a tomar acción concreta para abordar 3los desafíos de sus propias comunidades. Con cada paso que da, Montse Ferrer está construyendo un legado que refleja tanto la historia de su familia como su propia visión para un mundo más justo y equitativo.