Mujeres emprendedoras son el motor que impulsa la recuperación económica post-pandemia en América
La edición 2020 del Mastercard Index of Women Entrepreneurs (MIWE) revela que despejarle el camino al emprendimiento femenino contiene las claves económicas y culturales del resurgimiento.
La pandemia de COVID-19 afectó negativamente al 87% de las empresas del mundo lideradas por mujeres.
42% de las emprendedoras mujeres mudaron este año sus modelos de negocio al universo online, mientras que 37% están desarrollando negocios nuevos que respondan a las necesidades del lugar y del momento, y 34% identificaron nuevas oportunidades de negocio durante la pandemia.
El mito de Teseo y el Minotauro cuenta la historia del héroe que derrotó al monstruo que vivía dentro de un laberinto, y que logró salir de él gracias a la guía de un hilo mágico que por su otra punta sostenía Ariadna, su enamorada, símbolo de la mujer que no teme y que se atreve a buscar nuevos caminos. Algo parecido a lo que pasa hoy con el rol de las mujeres emprendedoras: inmersos en la mayor recesión de la historia desde la Segunda Guerra Mundial, el emprendimiento femenino muestra el camino de la recuperación.
La pandemia de COVID-19 afectó negativamente al 87% de las empresas del mundo lideradas por mujeres. Según la Organización Mundial de Comercio (WTO por sus siglas en inglés), el impacto se sintió más en este segmento porque las mujeres tienen presencia mayoritaria en los sectores más afectados por la recesión, pero también por la brecha de género que subsiste en acceso tecnológico y por otras desigualdades históricas, como las responsabilidades domésticas que recaen normalmente sobre ellas. Según WTO, los efectos de la crisis se sienten todavía más en los países emergentes, que lideran el ranking mundial en emprendimiento femenino a pesar de los marcos regulatorios inexistentes, de la infraestructura insuficiente y de la grieta de género que todavía subsiste en oportunidades laborales y en acceso tecnológico.
Pero, como Ariadna, las mujeres emprendedoras de América Latina están demostrando su adaptabilidad y su resiliencia, inspiradas en un modelo de liderazgo que consagró esta pandemia. Porque, en medio de la peor turbulencia, los gobiernos de Nueva Zelanda, Alemania, Finlandia, Taiwán y Dinamarca, todos a cargo de mujeres, dieron ejemplo de una gestión ejemplar, inclusiva, calmada y confiada, que impulsa no solamente el resurgimiento económico sino la construcción de una mejor sociedad.
Y aún queda mucho por hacer. El Mastercard Index of Women Entrepreneurs deja en evidencia la importancia de las políticas públicas, pero confirma que se necesitan medidas concretas que equilibren las oportunidades. El futuro se funda ahora. Este es el momento para que los gobiernos, instituciones y organizaciones se involucren activamente en apoyar la igualdad de género a través de la implementación de medidas que cierren la grieta entre lo profesional y lo doméstico, por ejemplo. Porque, además de colaborar en la reconstrucción del entramado de una sociedad golpeada, los emprendimientos femeninos generan buenas ganancias y promueven mayor diversidad en sus equipos, lo que también redunda en mejores resultados. En definitiva, se trata de salir del laberinto de la recesión con un modelo pujante en lo económico pero también (más) correcto en lo social.
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